Tan en ti, que reposo en el silencio
del guerrero quieto,
del instante eterno.
Envuelves mi carne en sabroso secreto
de antiguas luchas,
de nuevos encuentros.
En ti, respiro el cielo intenso,
de suaves palabras,
de rojos pétalos.
Quédate a mi lado
por los siglos de los tiempos.
Te amo infinitamente discreto.
. . .
EL DEMONIO Y EL ÁNGEL...
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*Un demonio seductor,*
*nos va inyectando su orgullo,*
*sus dudas y cobardía;*
*él cuida de nuestro ego*
*con cautela y osadía.*
*Su lógica realista,*
*con...
Hace 1 día
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