En infinito damero se abraza el cuento.
De dos en uno. De uno intenso.
Tú en mi, y en ti, mi yo completo.
Volvemos a hacerlo,
a la vista de todos,
en delicioso encuentro.
Tú sales.
Yo entro.
En vaivén se acaba el desierto.
Corren ríos en vuelo eterno.
Quédate en mis labios.
Fúndeme en tu cielo.
Somos uno, infinitamente eternos.
. . .
LOS MISILES DE CERVANTES II
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*Tu trote de siglos y leyendas, taladra mi mente, *
*me impulsa a otra dimensión entre la realidad y el sueño...*
*quizá a ese estado de "locura", que t...
Hace 4 días
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