En tanto descubras el cielo en tus piernas,
el aire se cargará de esencia desierta.
Riega tus pasos en agua discreta,
de calma abrazada de nubes perpetuas.
El sol se estremece ante mirada intensa.
Cuando tus labios piden,
se vuelven tierra.
Enlaza el viento con rosa abierta.
Envuélvete en el aire que hay entre sus cuentas.
Descubre el fuego.
Ilumínate completa.
Somos uno, en intermedio de cielo y tierra.
. . .
EL DEMONIO Y EL ÁNGEL...
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*Un demonio seductor,*
*nos va inyectando su orgullo,*
*sus dudas y cobardía;*
*él cuida de nuestro ego*
*con cautela y osadía.*
*Su lógica realista,*
*con...
Hace 1 día
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