Agitas el aire, la carne quema.
Tus pisadas dejan huellas
donde andará sangre nueva,
que comerá el secreto de la tierra.
Quédate en el alma que dibuja estrellas.
Disfruta el silencio que acaricia tu ladera.
Abrazo el infinito vaivén de tus caderas.
Mientras te soy refugio, en tiempo de furia ajena.
. . .
LOS MISILES DE CERVANTES II
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*Tu trote de siglos y leyendas, taladra mi mente, *
*me impulsa a otra dimensión entre la realidad y el sueño...*
*quizá a ese estado de "locura", que t...
Hace 14 horas
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