Tan en mí, que el agua corre
en vertiente sagrada,
que en calma sorbes.
Quédate a mi lado.
Enrédate en mis cabellos,
que el viento se volverá sereno.
Y si aún no te animas,
abre tu pecho.
Descúbreme que ahí anidas.
Te amo en carne propia.
Te adoro en alma mía.
Te creo en rito eterno.
Sin final de ningún día.
. . .
LOS MISILES DE CERVANTES II
-
*Tu trote de siglos y leyendas, taladra mi mente, *
*me impulsa a otra dimensión entre la realidad y el sueño...*
*quizá a ese estado de "locura", que t...
Hace 14 horas
0 comentario(s):
Publicar un comentario