¿Que acaso el agua no arde en fuego?
¿Que acaso el viento no se entierra en silencios?
Todo es posible en infinito decreto.
Y se envuelven los tiempos para aletargar el encuentro.
De dos en uno, de dos en cielo.
Mientras ocurre el canto de seres secretos,
que reconocieron el toque de miradas de besos.
Sin ti el todo, en ti la nada.
Y reconoces que eres cuerpo sin alma.
En ti, nosotros: el todo que envuelve la calma.
Y te viste de santo para evitar las pisadas.
Te amo eterno, hasta el final de la batalla.
. . .
AZULES LLEGAN...
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*Un deseo, una oración alza el vuelo,*
*la espera sobrevuela el silencio...*
*¿habrá respuesta...?*
*Azules llegan,*
*repartiendo su cielo*
*a ras de t...
Hace 12 horas
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